Entran en vigor los aranceles de Estados Unidos del 50% al acero y el aluminio
En marcha el nuevo desafío de Donald Trump en medio de su guerra comercial.
La entrada en vigor del aumento al 50% de los aranceles al acero y el aluminio, ayer, eleva las tensiones con ramificaciones económicas globales y agrega incertidumbre a las negociaciones con China o la Unión Europea (UE) que intentan poner fin a la disputa comercial.
Es un duro golpe a la economía mundial que llega tras la tasa arancelaria que había impuesto del 25%.
Aunque la incertidumbre continúa, las negociaciones en curso con China y la Unión Europea parecen traer a los mercados una cuota de esperanza. Ayer, en la apertura, los índices bursátiles europeos subieron lentamente y el dólar apenas registró variaciones.
Aproximadamente una cuarta parte del acero utilizado en Estados Unidos es importado y los datos de la Oficina del Censo muestran que el aumento de los gravámenes afectará especialmente a los socios comerciales más cercanos de Estados Unidos: Canadá y México ocupan el primer y tercer lugar, respectivamente, en volumen de envíos de acero a suelo estadounidense.
Estos aranceles solo han fijado una excepción, por ahora, para Reino Unido.
La presión aumenta a medida que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un grupo de 38 países, en su mayoría desarrollados, recorta su pronóstico de crecimiento global debido a los aranceles de Trump.
El comercio, el consumo y la inversión se han visto afectados por los aranceles, destacó previamente el economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, a la agencia de noticias AFP, advirtiendo que la economía estadounidense sufrirá las mayores repercusiones.
Si bien algunos de los aranceles más amplios de Trump enfrentan impugnaciones legales, se les ha permitido permanecer vigentes por ahora, ya que el proceso de apelación sigue en curso.
En este tenso contexto, el principal negociador comercial de la Unión Europea, Maroš Šefčovič, se reunió en las últimas horas con su homólogo estadounidense, el Representante Comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, en el marco de una reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
“Avanzamos en la dirección correcta, en paz”, declaró Šefčovič, en una conferencia de prensa, y añadió que las reuniones técnicas en curso entre los negociadores de la UE y EEUU en Washington serían seguidas pronto entre él y Greer para “evaluar el progreso y definir el camino a seguir”.
No obstante, es improbable que Bruselas y Washington alcancen un acuerdo comercial sustancial en París. Los problemas que los dividen son demasiado difíciles de resolver rápidamente.
Trump critica con frecuencia el persistente déficit comercial de su país con la Unión Europea, que alcanzó una cifra récord de 161.000 millones de dólares en 2024, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Trump atribuye la diferencia entre lo que EEUU vende y lo que compra a Europa a prácticas comerciales desleales y suele criticar el impuesto del 10 % que la UE aplica a los automóviles importados.
El de Estados Unidos era del 2,5 % hasta que el actual líder de la Casa Blanca lo elevó al 25 % el pasado abril. La UE ha argumentado que sus compras de servicios estadounidenses, especialmente en el sector tecnológico, prácticamente compensan el déficit.
Después de que los aranceles sorpresa de la Administración Trump sobre el acero la semana pasada sacudieran los mercados globales y complicaran las negociaciones arancelarias más amplias en curso entre Bruselas y Washington, la UE anunció el lunes que está preparando “contramedidas” frente a EEUU.